Si mi hijo me pide para su cumpleaños un
vestido de princesa es porque es una mujer transexual? Si mi hija pidió una
equipación de fútbol es porque es un hombre transexual?
Si su hijo o hija le pidió estas cosas
como regalo por su cumpleaños será porque es algo que le gusta, que forma parte
de sus intereses, con lo que le gustaría jugar y que quiere tener. Nada más. No
significa que sea gay, ni lesbiana, ni bisexual, ni trans*. Lo único que pone de manifiesto es que su
hijo/a tiene una expresión de género no convencional, es decir que difiere del comportamiento/gustos/roles de género que tradicionalmente se espera que tengan
los niños o niñas.
Pero sí hay algo más. Si su hijo/a se
atreve a pedirle estas cosas para su cumpleaños es importante que tenga en
cuenta lo siguiente:
1.-Que
su hijo/a ha sido lo suficientemente valiente
para hacerle llegar una petición que sabe que va en contra de los parámetros
establecidos de género, y por tanto de las cosas que nuestra sociedad le ha
enseñado que son de niños o de niñas. Y no se equivoque, por muy pequeño/a que
sea el niño/a ya sabe la reacción que provoca en los adultos cada vez que
expresa esos gustos y preferencias que van en contra del patrón convencional
del género. Lo ha aprendido de las miradas que ha recibido por parte de sus
familiares, de los comentarios por lo bajo que ha visto que suscita en otros
adultos cuando lo hace, o de las risas y críticas que abiertamente provoca en
su grupo de iguales. Por tanto entiende perfectamente la penalización social
que conlleva lo que está pidiendo.
2.-Una vez entendemos que mi hijo/a
entiende lo “transgresor” que esto puede ser para algunos adultos; que tenga el
valor de pedírnoslo significa: que tiene la confianza necesaria en nosotros
como padres para hacerlo y que sabe que
no le/la juzgaremos por pedirlo. Como progenitores esto nos debe llevar a
la conclusión de que lo estamos haciendo bien, que estamos ofreciendo una
educación abierta y diversa a nuestros hijos que les hace saber que pueden
mostrarse tal y como son y por tanto expresar sus gustos y personalidad de
forma libre y sin miedo a nuestros prejuicios.
3.-Debemos diferenciar la expresión del
género que mi hijo/a tiene, de su orientación sexual o identidad de género.
Pero también debemos saber que hay estudios que han demostrado que una gran
parte de los niños con un comportamiento de género no convencional pueden ser
adultos gais, lesbianas o bisexuales en un porcentaje alto. En menor número
adultos transexuales, o heterosexuales.
Por tanto ni todos los niños que nos
vestíamos en la infancia de princesas somos mujeres transexuales, ni todos
aquellos que tenían una expresión de género convencional son heterosexuales o
cisexuales. No existe ninguna relación univoca entre la expresión de género no
convencional y determinada orientación sexual o ser una persona trans. Por tanto si mi hijo o mi hija ha
realizado por su cumpleaños una petición que no encaja dentro de los parámetros
de género tradicionales, sólo significa eso, que se sale de esos parámetros más
encorsetadores del género.
Pero también es verdad que este hecho me
debería de poner alerta para:
1.-Seguir fomentando un entorno familiar
seguro y respetuoso ante la diversidad . Donde el menor pueda expresarse tal y
como es, que le libere del miedo a no cumplir los roles de género
preestablecidos socialmente de lo que es femenino o masculino. Una educación
que además debe incluir la normalización de la diversidad de orientaciones
sexuales y de que es posible ser una persona trans. Que todas las opciones son
“normales” y buenas. Este entorno permitirá que el niño/a sienta que sus padres
le quieren tal y como es, permitiendo mantener intacto ese sentimiento de amor
incondicional que es fundamental para su buen desarrollo físico y mental. Ya
que sea cual sea su orientación o identidad será él el que la manifieste y
cuanto más diversa sea la educación que reciba, menos dificultades tendrá a la
hora de realizar ese proceso de autoidentificación.
2.-Dotar al niñ@ de herramientas que le
permitan afrontar las posibles situaciones de rechazo que pueda experimentar.
Tiene que saber que no todo el mundo entenderá y respetará igual de bien sus
gustos y expresiones no convencionales fuera del entorno familiar (seguro y
comprensivo). Hay que empoderarle para que sepa que él o ella no tiene ningún
problema, que el problema es de los demás, de esos que no respeten o entiendan
la diversidad.
3.-Ver si su expresión de género va
acompañado de otro tipo de indicadores como: la incomodidad con el cuerpo, el
sentimiento de que su género está mal asignado, la creencia que cuando crezca
se desarrollará según el sexo contrario, o la petición de que se le llame por
un nombre que no coincide con su sexo de asignación). En este caso lo que puede
estar pasando es que nuestro hijo o hija sea trans. Si es así, es fundamental
entrar en contacto con profesionales especializados que nos guíen en este
proceso con dos fines fundamentales: ofrecernos información adecuada y libre de
prejuicios tanto sobre las realidades trans como los diferentes itinerarios
existentes, como por otro lado permitirnos entrar en contacto con iguales. La
finalidad de todo esto será que el menor realice un proceso autodeterminativo de
su realidad, es decir, que si lo necesita, alguien pueda ayudarle a que él
mismo identifique qué es, qué le pasa, y qué tipo de ayuda necesita.
Todos tenemos que hacer un ejercicio que
nos ayude a liberarnos de la educación rígida sobre género que hemos
interiorizado. Cuando un niño transgrede las normas de género, sólo significa
eso. No debemos asociarlo directamente a determinadas orientaciones sexuales o
a ser trans, ya que al final estaríamos cometiendo la misma equivocación. Tan
sólo debemos estar atentos. Debemos permitirles ser libres. Que sean
tal y como son, y después ya serán ellos los que nos digan cuál es el camino a
seguir. Sólo hay que estar atentos y mirar con la mente abierta.
Si cree que necesita recibir más
información sobre este asunto, no dude en ponerse en contacto con nosotrxs.
Fundación Daniela es una entidad
sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es terminar con la discriminación
que sufre el colectivo de niños/as y adolescentes Trans*. Por eso nos hemos
comprometido a sensibilizar a la sociedad con el fin de erradicar la
discriminación y el estigma que sufren estos jóvenes y conformar una red de
profesionales especializados que atiendan a nuestros hijos desde una
perspectiva despatologizante y libre de prejuicios.
Para ello creemos que la sociedad tiene
que liberarse de las visiones reduccionistas y llenas de prejuicios que manejan
sobre la sexualidad y el género, para llegar una visión menos encorsetada,
menos dicotómica y más abierta.
Puede localizarnos a través de los
siguientes datos de contacto:
Fundación Daniela
+0034 645819009
Isidro García Nieto.
Gerente de
Fundación Daniela
Trabajador social y sexólogo del Programa LGTB de la Comunidad de Madrid
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