... que todo lo que antes era un mundo ahora es insignificante, tanto que hasta dejas de pensar en ello, que tu vida a partir de este momento ya no será igual, que tendrás que adaptarte a esta nueva realidad. Para ciertas cosas nunca estás preparado por más informado que estés sobre el tema o por más que tengas un caso cercano porque para esto nadie te prepara.
Lo primero que se te viene a la cabeza son ideas relacionadas con la muerte, el deterioro físico, enfermedades, hospitales, cómo decirlo (si decirlo), a quién, cuándo, cómo va a ser tu vida a partir de ahora; tantas cosas juntas que no te da tiempo a responder casi ninguna porque la incertidumbre y el miedo te ocupa todo el pensamiento. Te cuesta llamarlo por su propio nombre por lo tabú que es el tema y porque, al igual que otras enfermedades, el nombrarlo te suena a algo negativo cuando encima en este caso pasas a ser "seropositivo", vaya contradicción.
Por un lado, te planteas quién te pudo haber infectado, cuándo, por qué te ha pasado a ti si piensas que no eres tan "promiscuo"; o que esto sólo le pasa a gente "mala". Te preguntas si tienes que empezar a llamar toda la gente que has tenido relaciones en el último tiempo. Por otro lado, piensas si lo tienes hace mucho tiempo, si tienes qué comenzar a tomar medicación, qué tipo de medicación hay ahora, si estás todo el día vomitando, si te saldrán manchas, si engordarás y a la vez si se te adelgazará la cara, si tienes que comentarlo en tu trabajo, a cada médico que vayas, etc. Lo mejor es informarte, saber dónde informarte, relacionarte con gente que esté en tu misma situación (sobre todo al inicio) que es quien mejor puede entenderte, y que la información esté actualizada porque actualmente se ha avanzado mucho en este tema.
Actualmente, se ha avanzado mucho en lo referido al vih en varios aspectos: medicación, asociaciones, la gente está más abierta e informada, etc. El aspecto social también es un gran factor con el que te enfrentas porque nos relacionamos con otras personas en diferentes ámbitos: trabajo, familia, amigos, deporte y, el más importante, el amor (que en un comienzo suele ser rollo/polvo/etc).
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7vjVx-Uw3Vm0D0JSuiYiWDeVlm6N1KVL221EZdci6iya6jQhalSadLqehZ3Au4Nkc-Qi4GWhDRyP_2441tTCvovf3SLcPy-rwXAqp3gBOLmrA6KZ3tUlk29vWgY9sqPS9SM0rknjfn8fj/s320/erotica-y-VIH.png)
Es importante saber que no estás obligado a decirlo (ni por ley) a ninguna persona que no quieras, en el trabajo, cuando vas al médico o al dentista, es algo estrictamente personal y confidencial. Ninguna empresa puede hacerte una prueba del vih sin tener tu consentimiento firmado por escrito.
Lo bueno es que el tiempo es sabio y con el tiempo aprendes a normalizarlo, a relativizarlo y aprender a vivir con esta enfermedad crónica como cualquier otra, y hasta te das cuenta sólo que lo tienes cuándo tienes que ir al médico a una revisión o cuando quieres contárselo a alguien. El tener vih obviamente nadie lo desea pero lo principal es ver el lado positivo, que aunque en un primer comienzo es casi imposible verlo, luego te das cuenta que tiene muchas cosas positivas (aunque sea redundante). Entre ellas: maduras más de prisa (dejas de preocuparte por tonterías), filtras gente (para bien y para mal) más rápido porque ya tus necesidades son otras, médicamente estas más controlado porque la revisión periódica hace que te enteres de cómo está tu salud, etc.
Voluntario Grupo Información LGTB+
No hay comentarios:
Publicar un comentario